Yvonne
Kaiser

Alejandra
Cabeza











Martha
Mom










Martha
Artaza









Toda esta nota salio hoy en DIARIO LOS ANDES, Mendoza, Argentina, a proposito de la muestra que inauguramos el 4 de noviembre de 2005.

Cuatro estilos para cuatro grandes artistas
Martha Artaza: creadora de piezas que, más que joyas, son delicadas mini obras.
Alejandra Cabeza: desestructurada figuración en obras de intenso lirismo.
Martha Mom: relieves abstractos de estimulante belleza y corial simpatía. Yvonne Kaiser: obras de sutil ironía con trasfondo ingenuo y de juego infantil.
Por Andrés Cáceres Especial para Los Andes
El viernes a las 21 cerrará la muestra de Martha Artaza, Alejandra Cabeza, Yvonne Kaiser y Martha Mom en Salas de Arte Libertad, con un concierto de Sergio Bonelli y su 'Plan A'. Van a interpretar música folk, rock y blues con guitarra acústica, violín y percusión, correspondiente a su último disco que se llama 'Estornudo'.
Martha Artaza
Sus pequeñas piezas constituyen una artesanía refinada, de buen gusto, en algunos casos, con posibilidades de convertirse en esculturas. Más que joyas, son delicadas mini obras, modernas, tirando más a lo rústico que a lo pulido, algunas con cierto sesgo misterioso.Lo primero que aclara Artaza, que expone por primera vez, es que no es joyera. "Me falta mucho para llegar a la perfección del orfebre, cosa que no me interesa. Puede llegar a salir si algún día insisto en ese aspecto. En realidad, concibo la obra desde la óptica de una pequeña escultura, algunas con proyección a algo monumental. He trabajado con microfundición, que es una talla sobre cera, pero en esta oportunidad, lo hice con la técnica del aguafuerte, poniendo la chapa en ácido, lo que me permite dibujar. Sobre la chapa de plata dibujo y luego voy al ácido. Me inspiro en las formas naturales, que es lo que más me entusiasma por ahora". Ha trabajado con Fernando Di Blasi, rearmando el viejo taller de microfundición de Quesada.
Alejandra Cabeza
Ha incorporado a su ya desestructurada figuración, la caligrafía. En el caso de 'El matrimonio' encuentra un nuevo camino, de despojamiento y búsqueda de un lirismo puro, mientras que en otros trabajos abarroca el espacio. 'Chatarra chatarrín' tiene un enfoque directo desde lo histriónico, dando cuenta de su notable ingenio como de su apasionado amor por el trabajo artesanal. Esto último la lleva a utilizar la caligrafía, pero no como mero elemento estético, haciéndola valer por sí misma, sino en función ética y en algunos casos, didáctica, tratando de despertar el respeto por los animales, por ejemplo, valiéndose de cortísimos cuentos infantiles o moralejas. Su técnica mixta 'La prostitución' es una alegoría supermoderna sobre la contradicción social, filosófica y ética que surge del tema, tomado en sentido amplio, a través de numerosos elementos visuales que lo sugieren. La ilustración editorial, que realiza tan eficazmente para Los Andes, aparece aquí y allá en su figuración, totalmente liberada del texto pero, ilustradora de alma al fin, a través de la caligrafía reaparece su oficio, esta vez con un plus deliberado de riqueza plástica.
Yvonne Kaiser
La figuración de Kaiser, muy personal, es reconocible por su encanto, su finura y la capacidad para ironizar, a veces con sarcasmo y siempre con un estilo indirecto o valiéndose del absurdo. No grita, no se exaspera ni hace gestos: sencillamente nos pone frente a una escenografía que, por parecer una puesta teatral, tendemos a creer que es la situación de otro y que no nos puede tocar personalmente.El aspecto de ingenuidad y de juego infantil es su arma secreta, aunque se percibe un inocultable amor por los niños. Los metamensajes son para mayores y los menores pueden reír y disfrutar con las figuras, con las que arma un universo onírico donde no falta la belleza, es cierto, pero algunas resultan inquietantes y muy sutiles. Cada uno de sus cuadros, como si fuera un cuento fantástico, se ubica entre el encantamiento y la extrañeza, sin llegar a ser dramático.
Martha Mom
construye el espacio literalmente, con relieves planos pero reales, y los anima y diversifica con el color, generalmente puro. Sus ¿bajorrelieves, altorrelieves? Son impecables. Sabe someter a la geometría a su arbitrio, demostrando que no es fría ni mucho menos cuando la concibe un corazón tierno, porque si algo tienen estos trabajos, es ternura, alegría, naturalidad, racionalidad admirable. Recurre a un cromatismo engamado o contrastado, según le convenga, y todo está regido por un claro sentido lúdico del arte. Sus pequeñas formas abstractas o sintetizadas a partir de la realidad, están colocadas de tal suerte que convocan a la vez una estimulante belleza visual y una cordial simpatía.