http://www.losandes.com.ar/2008/0110
Vestidos de los ’70 se lucirán en el Acto Central
coloridos. Margarita Mazzelle revisa los trajes de fines de los años ‘60 y principios de los ‘70.Alejandra Cabeza, diseñadora de vestuario de la Fiesta.Diana Chiani dchiani@losandes.com.ar
El sótano de la Secretaría de Turismo esconde varias sorpresas en telas unidas a mano o con (ya antiguas) máquinas de coser. Allí se encuentran guardadas las 48.000 prendas que se han ido archivando Vendimia tras Vendimia. Y en esos recónditos salones -que pertenecen al Programa de Actividades Culturales y Socio Económicas de Mendoza (Pacsem)- la diseñadora del vestuario de la Fiesta 2008, Alejandra Cabeza, encontró joyas que hacía mucho tiempo que no se utilizaban.Y ella decidió quitarles el polvo y mostrarlas en el Teatro Griego, cuando el espectáculo ideado por Alejandro Conte -”Nacida del Río y de la Tierra”- encienda sus luces los días 8, 9 y 10 de marzo. "Se nota que tienen más de treinta años. No sólo por las telas sino también por los modelos que son, sencillamente, divinos", contó Cabeza, entusiasmada. Es que la grafa y el algodón de aquella ropa no son los mismos que se comercializan en la actualidad. "Estas telas no existen más", sentencia.Las “joyas”La artista está tan maravillada con las antigüedades que rescató que piensa utilizar muchas de esas prendas en su espectáculo. Trajecitos multicolores, pequeños vestidos rosa con tajos y un solo bretel, otros largos y blancos para las chinas así como demás joyas perdidas son algunos de los modelos que se verán en el Frank Romero Day. La gran parte de las cosas que se utilizarán ya están “ubicadas” en las distintas escenas. Pero la diseñadora aún no termina de decidir en dónde colocará -y si podrá hacerlo- algunos modelos que han llamado su atención. De acuerdo con Juan Massella -encargado de vestuario de Pacsem- esos ropajes datan de fines de la década del ’60 y principios de los ’70. Desde entonces, hay varios que no habían vuelto a utilizarse. “No hay prendas más antiguas debido a que antes no se les pagaba a los artistas y, por eso, ellos podían quedarse con los trajes”, explica el experto. Debido a su valor, las antigüedades están fuera del circuito de préstamo y alquiler de equipos que posee el Pacsem. El paso del tiempo se percibe en la ropa y en los números de tinta indeleble cosidos en la parte trasera. “No se borran más”, afirma Margarita Massella, una de las modistas.Diseños originalesCabeza adelanta que -más allá de que utilizará y refaccionará las joyas que ha encontrado en Pacsem- la puesta tiene previsto sumar alrededor de 50% de nuevo vestuario. Además de los diseños originales, este año también se va a confeccionar ropa ‘común’ -como pantalones de colores neutros- que se pueden utilizar en cualquier espectáculo.Aunque la artista prefiere atesorar para el estreno algunos detalles, adelanta que en el guardarropa de la Fiesta habrá de todo, debido a que la ropa estará en consonancia con los distintas cuadros. De este modo, de los trajes coloridos se puede pasar a escenas monocromáticas y hasta de dos colores; entre las que se destaca una con el blanco y el negro de manera exclusiva. Los accesorios o utilería del vestuario también serán elementos que destacarán el espectáculo. Por otra parte, aclaró que se va a respetar a rajatabla el vestuario relacionado con las etnias. En este caso, no habrá fantasía sino que se confeccionará lo más realista posible. "Por ejemplo, el sirio libanés se vestirá como lo hace en la actualidad. Del mismo modo, no vamos a inventar nada con respecto al ropaje de los Huarpes", precisó Cabeza y explicó que se trata de una postura relacionada con no disfrazar lo diferente y, en cambio, ajustarse a la realidad.Mientras esperan la llegada de las nuevas telas, en los subsuelos de Pacsem, unas treinta mujeres ya comenzaron a planchar, lavar y darle forma al vestuario de la Vendimia. Al parecer, en 2008 las cosas viejas van a salir de su olvido.
Vestidos de los ’70 se lucirán en el Acto Central
coloridos. Margarita Mazzelle revisa los trajes de fines de los años ‘60 y principios de los ‘70.Alejandra Cabeza, diseñadora de vestuario de la Fiesta.Diana Chiani dchiani@losandes.com.ar
El sótano de la Secretaría de Turismo esconde varias sorpresas en telas unidas a mano o con (ya antiguas) máquinas de coser. Allí se encuentran guardadas las 48.000 prendas que se han ido archivando Vendimia tras Vendimia. Y en esos recónditos salones -que pertenecen al Programa de Actividades Culturales y Socio Económicas de Mendoza (Pacsem)- la diseñadora del vestuario de la Fiesta 2008, Alejandra Cabeza, encontró joyas que hacía mucho tiempo que no se utilizaban.Y ella decidió quitarles el polvo y mostrarlas en el Teatro Griego, cuando el espectáculo ideado por Alejandro Conte -”Nacida del Río y de la Tierra”- encienda sus luces los días 8, 9 y 10 de marzo. "Se nota que tienen más de treinta años. No sólo por las telas sino también por los modelos que son, sencillamente, divinos", contó Cabeza, entusiasmada. Es que la grafa y el algodón de aquella ropa no son los mismos que se comercializan en la actualidad. "Estas telas no existen más", sentencia.Las “joyas”La artista está tan maravillada con las antigüedades que rescató que piensa utilizar muchas de esas prendas en su espectáculo. Trajecitos multicolores, pequeños vestidos rosa con tajos y un solo bretel, otros largos y blancos para las chinas así como demás joyas perdidas son algunos de los modelos que se verán en el Frank Romero Day. La gran parte de las cosas que se utilizarán ya están “ubicadas” en las distintas escenas. Pero la diseñadora aún no termina de decidir en dónde colocará -y si podrá hacerlo- algunos modelos que han llamado su atención. De acuerdo con Juan Massella -encargado de vestuario de Pacsem- esos ropajes datan de fines de la década del ’60 y principios de los ’70. Desde entonces, hay varios que no habían vuelto a utilizarse. “No hay prendas más antiguas debido a que antes no se les pagaba a los artistas y, por eso, ellos podían quedarse con los trajes”, explica el experto. Debido a su valor, las antigüedades están fuera del circuito de préstamo y alquiler de equipos que posee el Pacsem. El paso del tiempo se percibe en la ropa y en los números de tinta indeleble cosidos en la parte trasera. “No se borran más”, afirma Margarita Massella, una de las modistas.Diseños originalesCabeza adelanta que -más allá de que utilizará y refaccionará las joyas que ha encontrado en Pacsem- la puesta tiene previsto sumar alrededor de 50% de nuevo vestuario. Además de los diseños originales, este año también se va a confeccionar ropa ‘común’ -como pantalones de colores neutros- que se pueden utilizar en cualquier espectáculo.Aunque la artista prefiere atesorar para el estreno algunos detalles, adelanta que en el guardarropa de la Fiesta habrá de todo, debido a que la ropa estará en consonancia con los distintas cuadros. De este modo, de los trajes coloridos se puede pasar a escenas monocromáticas y hasta de dos colores; entre las que se destaca una con el blanco y el negro de manera exclusiva. Los accesorios o utilería del vestuario también serán elementos que destacarán el espectáculo. Por otra parte, aclaró que se va a respetar a rajatabla el vestuario relacionado con las etnias. En este caso, no habrá fantasía sino que se confeccionará lo más realista posible. "Por ejemplo, el sirio libanés se vestirá como lo hace en la actualidad. Del mismo modo, no vamos a inventar nada con respecto al ropaje de los Huarpes", precisó Cabeza y explicó que se trata de una postura relacionada con no disfrazar lo diferente y, en cambio, ajustarse a la realidad.Mientras esperan la llegada de las nuevas telas, en los subsuelos de Pacsem, unas treinta mujeres ya comenzaron a planchar, lavar y darle forma al vestuario de la Vendimia. Al parecer, en 2008 las cosas viejas van a salir de su olvido.
1 Comments:
Hola!!
Me gusta mucho tu trabajo..
y me gustaría que conozcas algo del mío.
www.sachateatro.blogspot.com
gracias..!
Sacha
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